Exmanager de Canserbero confiesa haber asesinado al rapero

Finalmente quedó resuelto el misterio sobre la muerte del rapero venezolano Canserbero. A casi 9 años de su muerte, fue revelado que Canserbero no se suicidó, sino que fue drogado y apuñalado por su exmanager.

Mediante una confesión en video, la cual se ha viralizado en redes, Natalia Améstica detalló minuciosamente la forma en que ella y su hermano Guillermo llevaron a cabo el crimen en contra de Tirone González, mejor conocido como Canserbero, y su productor Carlos Molnar.

La mujer reveló que ella misma drogó al cantante y a Molnar con 10 dosis de un ansiolítico. Posteriomente, procedió a apuñalarlos en diferentes áreas del cuerpo para provocar su muerte. “Sin saber qué hacer, desesperada, llamé a mi hermano Guillermo para que me ayudara a resolver esa situación”, señaló.

“Él (Guillermo) llegó a las 11 de la noche acompañado de tres funcionarios del Sebin (Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional), los cuales desconozco su nombre. Ellos terminaron de arreglar la escena para que fuera un homicidio-suicidio”, complementó Améstica, cuyo relato descarta la teoría de que Canserbero se hubiera suicidado, tal cómo señalaba el primer informe.
Posteriormente, el cuerpo de Canserbero habría recibido impactos con un objeto contundente, para luego ser lanzado desde un edificio en la ciudad de Maracay, dijo Améstica, para así terminar la escena del homicidio-suicidio.

“Yo después de esto me fui a Chile huyendo aterrada, pensando que al final se iba a saber la verdad. Por eso regreso a dar las declaraciones pertinentes”, concluyó la exmanager.
El 20 de enero de 2015 el rapero venezolano conocido como Canserbero apareció muerto. Su cuerpo había recibido varias puñaladas y había salido volando por una ventana. La causa inicial parecía el suicidio; sin embargo, una investigación de la inteligencia venezolana concluyó con la confesión del asesinato por parte de la que fuera su manager, Natalia Améstica.

Por este caso han sido arrestados los hermanos Améstica, cuatro agentes del CIPC, dos inspectores en jefe, un detective, dos oficiales y la médico forense que se encargó de realizar la autopsia de ambos cuerpos.