San Francisco Toxpan: El pueblo que consolidó el comercio de obsidiana en Mesoamérica
Una investigación desarrollada por Xcaret González Santos, egresada de la Universidad Veracruzana (UV), permite afirmar que el sitio arqueológico San Francisco Toxpan fue partícipe de sistemas de intercambio comercial con rutas establecidas para trasladar mercancías, específicamente obsidiana, de un área cultural a otra.
A través de un proceso denominado análisis por activación neutrónica (AAN), determinó que la obsidiana del sitio –ubicado en Córdoba, Veracruz, y cuyo periodo de ocupación fue del Protoclásico (100 a.C.) al Posclásico Medio (1450 d.C.)– procede de cuatro yacimientos: Guadalupe Victoria y Zaragoza-Oyameles, Puebla; Pico de Orizaba, Veracruz, y sierra de Pachuca, Hidalgo.
La investigación fue subvencionada por el Organismo Internacional de Energía Atómica, en el proyecto RLA1019 “Tecnología nuclear y radiológica para caracterizar, conservar y preservar el patrimonio cultural de América Latina y el Caribe”.
Se trató de la tesis con la que Xcaret González obtuvo el grado de Licenciada en Arqueología por la UV y cuyo título es “Fuentes de abastecimiento y redes de intercambio de obsidiana de San Francisco Toxpan: análisis por activación neutrónica (AAN)”. El director del trabajo fue Roberto Octavio Molina Vázquez y su jurado: Yamile Lira López y Omar Melo Martínez.
En su documento plantea: “Su ubicación geográfica lo convirtió en un punto de paso para acceder del Altiplano central hacia la costa del Golfo –de forma superficial, pues no se encontró evidencia de que Toxpan tuviera una participación política y/o administrativa dentro de las redes de intercambio–, al mismo tiempo que le permitió consolidar una industria lítica local y regional a través de la cuenca del Jamapa-Cotaxtla, convirtiendo a los yacimientos del Pico de Orizaba en su principal fuente de abastecimiento”.
La importancia de la obsidiana
En entrevista, explicó que la obsidiana es un vidrio de origen volcánico, “lava que se enfrió muy rápido”; materia prima que fue de suma utilidad e importancia para las sociedades prehispánicas, utilizada en quehaceres cotidianos, así como religiosos y suntuarios de las élites gobernantes.
”Como es lava, la obsidiana tiene características físicas de acuerdo con un fenómeno geológico en específico, es decir, tienen distintas tonalidades de acuerdo con el lugar de procedencia. Su composición química es lo que le da el color característico: verde, negra, hay una amplia gama de grises, roja, tornasol.”
Xcaret González también comentó que después de la cerámica, “la obsidiana es el material arqueológico con mayor presencia en prácticamente todo el territorio que comprendió la gran Mesoamérica”.
Tan es así que precisamente en esta región cultural la cerámica y la obsidiana son dos de los principales indicadores de presencia de grupos humanos.
A ello se suma que en Toxpan es notorio el hallazgo de obsidiana, de ahí la importancia de realizar investigaciones de esta naturaleza que permitan saber su procedencia, así como las relaciones políticas, sociales y religiosas que con base en esa materia prima se establecieron.
Pulverizar para saber
Xcaret González, originaria del municipio de Soconusco, Veracruz, y con 26 años de edad, trabajó con piezas de obsidiana del sitio recolectadas en excavación durante la temporada de campo 2006 y 2007.
Por ello, la primera etapa de la investigación la desarrolló en la bodega del Museo de Antropología de Xalapa (MAX), entidad universitaria donde está resguardado el material del Proyecto Arqueológico San Francisco Toxpan.
Ahí analizó macroscópicamente dos mil 353 piezas y seleccionó 50, bajo cinco criterios: tipo de materia prima, asociación con tipos cerámicos, ubicación dentro del sitio, que tuvieran mínimo dos centímetros de ancho y de largo, y un gramo de peso.
Posteriormente, solicitó los permisos correspondientes al Instituto Nacional de Antropología e Historia para el traslado del material al Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares (ININ) “Nabor Carrillo” –gestión que realizó a través del arqueólogo Omar Melo, director del proyecto.
En esa entidad –en términos generales– se procedió al marcado y limpieza de las muestras, para después pulverizarlas e irradiarlas, lo cual permitió conocer los elementos químicos que contienen y las respectivas cantidades, análisis que estuvo a cargo de la científica adscrita al propio ININ, Dolores Tenorio.
Los grupos que se formaron, a partir de las concentraciones elementales de la obsidiana, coinciden con cuatro ya conocidos procedentes de los yacimientos: Guadalupe Victoria y Zaragoza-Oyameles, en Puebla; Pico de Orizaba, en Veracruz, y sierra de Pachuca, conocida también como sierra de las Navajas, en Hidalgo.
Relación mas no dependencia
Conocer la procedencia de la materia prima con la que se elaboraban artefactos de obsidiana permite identificar las fuentes de abastecimiento e indagar acerca de las redes de intercambio de bienes en las que participó el asentamiento de San Francisco Toxpan, explicó la egresada de la UV.
Es decir, el sitio se relacionó con tres rutas de intercambio muy definidas: la de sierra de las Navajas, controlada por Teotihuacán durante el Clásico; el yacimiento de Zaragoza-Oyameles, controlado por Cantona; y la del Pico de Orizaba, que abasteció a las ciudades de la costa del Golfo desde el Formativo temprano –de acuerdo con previas investigaciones realizadas por especialistas como Annick Daneels.
Además, de acuerdo con Xcaret González, todo apunta a que Toxpan tuvo una relación estrecha con los yacimientos Guadalupe Victoria y Pico de Orizaba, localizados en las laderas del volcán; el primero en el occidente (Puebla) y el segundo en la cara norte (Veracruz), toda vez que la mayor parte de la obsidiana del sitio procede de éstos.
Su hipótesis se confirmó: “La obsidiana localizada en el sitio San Francisco Toxpan evidencia su participación en redes de intercambio comercial. Su ubicación geográfica fue aprovechada para la obtención de materia prima de yacimientos cercanos, específicamente del Pico de Orizaba en grandes cantidades, y de otras fuentes de abastecimiento relacionadas con intereses económicos y políticos”.
La entrevistada explicó que el río Jamapa se encuentra a máximo 450 metros de distancia del sitio y justamente tiene sus orígenes en la cara norte del Pico de Orizaba.
En ese tenor, afirmó que el río tuvo una función principal: “Fue la ruta de acceso hacia los yacimientos de obsidiana del volcán y Toxpan seguramente aprovechó la ubicación para tener acceso a los materiales de obsidiana”.
De acuerdo con su investigación es posible decir que este sitio tuvo la oportunidad de consolidar una industria a nivel regional sin necesidad de depender de las grandes ciudades del Clásico, como Teotihuacán y Cantona.
“La cercanía al río le permitió abastecer sus necesidades de obsidiana, sin necesidad de establecer una relación tan fuerte con estas ciudades que fueron muy grandes y controlaban determinados puntos.”
Es más, hay arqueólogos que han planteado la posibilidad de que en Toxpan existió un taller de obsidiana; la investigación de Xcaret González no llega hasta ese punto, pero sí aporta información a venideros estudios que vayan en ese sentido.
Cabe recordar que este sitio arqueológico está ubicado en Córdoba, específicamente en los terrenos que forman parte del Centro Universitario para las Artes, la Ciencia y la Cultura (CUACC) de la región Orizaba-Córdoba de la UV.