UV ofrece aplicación web para niños con autismo
Redacción/Xalapa. Para apoyar el aprendizaje de la lectura y la escritura en niños con trastorno del espectro autista (TEA), la Universidad Veracruzana (UV) a través del Centro de Investigaciones Cerebrales (Cice) ha puesto a disposición de todos los interesados la aplicación LEA (Lectoescritura para Autismo) a través de su sitio web.
Este recurso educativo es de libre acceso, se encuentra disponible en https://www.uv.mx/cice/lectoescritura-para-autismo/ y consta de una serie de ejercicios divididos en ocho secciones que buscan promover el desarrollo de las habilidades motoras y cognitivas de niños con TEA, a través de la estimulación virtual.
Los autores hacen énfasis en que para un buen uso de esta herramienta se requiere de la supervisión constante de un adulto responsable y de una práctica planificada, por lo que en este espacio también ofrecen un manual que incluye algunas recomendaciones generales para llevar a cabo las sesiones de trabajo.
Apostar por terapias que mejoren la calidad de vida
El diseño y desarrollo informático de la aplicación LEA estuvo a cargo de Rosalba Aguilar Velázquez, estudiante del Doctorado en Investigaciones Cerebrales (DIC), bajo la dirección de Jorge Manzo Denes, responsable de la línea de investigación sobre neurobiología del autismo, de la que se desprenden diversos proyectos enfocados a buscar tratamientos que contribuyan a mejorar la calidad de vida de personas diagnosticadas con TEA.
Manzo Denes, también director del Cice, mencionó que aunque el espectro de conductas autistas es muy amplio hay tres manifestaciones centrales que son comunes a todos los niños con TEA: disminución de la interacción social, alteraciones del lenguaje y movimientos restringidos o estereotipados; todas ellas mantienen una relación estrecha con una característica particular: las alteraciones en el control motor.
Rosalba Aguilar Velázquez, estudiante del Doctorado en Investigaciones Cerebrales
“Esto nos llevó a proponer la hipótesis de que las habilidades motoras en sujetos con autismo podrían mejorarse mediante diferentes procedimientos de estimulación sensorial y, a partir de estudios experimentales con modelos animales, encontramos evidencia de que, efectivamente, la estimulación sensorial es capaz de producir modificaciones en la bioquímica cerebral y la conducta”, apuntó.
En un primer momento, estos resultados llevaron a Manzo Denes y a su equipo a desarrollar un proyecto que proponía utilizar una consola de videojuegos para estimular a niños con autismo. Los resultados fueron exitosos pues tras un entrenamiento controlado durante un año, los niños adquirieron habilidades motoras elaboradas e incrementaron su función cognitiva y socialización.
Utilidad como herramienta de aprendizaje
Tras el éxito de este primer proyecto, la propuesta ha tenido continuidad en el desarrollo de la aplicación LEA. Para confirmar su utilidad como herramienta de aprendizaje para niños con TEA, Rosalba Aguilar trabajó con ella también a lo largo de un año, en sesiones de 20 minutos, dos veces por semana, con una población de estudio compuesta por 10 niños con autismo y de diferentes edades.
“Al término de estas prácticas todos los niños fueron capaces de reconocer su nombre escrito y también lo escribieron –en la pantalla y con lápiz–; además, el 90 por ciento de ellos reconoció, leyó y escribió el nombre de los miembros de su familia nuclear, así como palabras relacionadas con emociones, partes del cuerpo, actividades (dormir, comer, barrer, etc.), animales o cosas. Estos resultados nos permitieron concluir que LEA se puede utilizar como un complemento en la terapia para mejorar el desarrollo de las habilidades de lectura y escritura en niños con autismo”, señaló la egresada del DIC.
Otros estudios, aún en curso en el laboratorio de Jorge Manzo y su equipo de trabajo, indican que la estimulación sensorial auditiva y cutánea también ha dado muestras de que podrían ser de alto beneficio para la calidad de vida de niños con autismo, por lo que habrá que esperar más noticias al respecto.