Japón te dice cómo derrotar al Covid-19 sin cuarentena
Redacción/Xalapa.- El coronavirus ha sido un dolor de cabeza para gobiernos enteros todo el 2020 debido no solo al contagio masivo de sus habitantes sino a la crisis económica en la cual se sumieron todos los países por las medidas necesarias para contener al virus.
Sin embargo existe un país que parece estar dando cátedra del cómo se hacen las cosas en una pandemia. Se trata de Japón, un país con 126 millones de habitantes el cual nunca estableció estrategias extremas para luchar contra el coronavirus, sino que optó por medidas más suaves que sorprendentemente les dio resultado.
Japón hoy ostenta una cifra de 33.049 contagios y solo 1004 muertes, a diferencia de países como México que ya superan los 400 mil contagios y las más de 47 mil personas fallecidas. ¿Qué hicieron bien?.
El 16 de Enero del 2020 Japón tuvo su primer caso confirmado de coronavirus; El 28 del mismo mes reportó el primer caso de un paciente local; es decir que los contagios dejaron de ser importados y comenzó el contagio local. El 24 de febrero un panel de expertos alertó a la comunidad sobre el riesgo de una explosiva propagación potencial, así que el 26 del mismo se estableció la suspensión de grandes reuniones de personas.
Al día siguiente cerraron todas las escuelas. El 7 de abril se estableció el estado de emergencia en siete prefecturas, lo que implicaba ser más rigurosas en las medidas sanitarias pero sin caer en el confinamiento total. El 16 de abril ampliaron esas mismas medidas a todo el país.
Este estado de emergencia duró casi un mes, con la ayuda de todos los nipones quienes obedecieron las medidas recomendadas por el gobierno; el 25 de mayo el estado de emergencia fue levantado en todo el país.
Con todo esto Japón redujo la cantidad de casos nuevos diarios a niveles cercanos al objetivo de 0.5 por 100.000 personas con distanciamiento social voluntario y no muy restrictivo y sin pruebas a gran escala. Durante el estado de emergencia, en Japón nunca se impusieron restricciones a los movimientos de los residentes, y los negocios de todo tipo -exceptuando aquellos de alto riesgo masivo como centros nocturnos y eventos deportivos- permanecieron siempre abiertos.
Tampoco siguieron la receta de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de hacer múltiples pruebas. Japón se las hizo sólo el 0,2% de su población, uno de los índices más bajos entre los países desarrollados.
¿La clave? El país se centró en encontrar grupos de infecciones y atacar las causas subyacentes, que a menudo resultaron ser lugares de reunión superpoblados, como gimnasios y clubes nocturnos. “Con este enfoque japonés único, pudimos controlar esta tendencia de infección en solo 1,5 meses. Creo que esto ha demostrado el poder del modelo japonés”, declaró el primer ministro Shinzo Abe en una conferencia de prensa al anunciar el levantamiento del estado de emergencia.
Con esto Japón alcanzó su pico máximo el 12 de abril y desde entonces los pacientes hospitalizados con Covid-19 se han reducido de unos 10 mil hace un mes a solo 2 mil para finales de julio.
“Con sólo mirar las cifras de mortalidad, se puede decir que Japón tuvo éxito. Pero ni siquiera los expertos saben la razón”, dijo Mikihito Tanaka, profesor de la Universidad de Waseda especializado en comunicación científica, y miembro de un grupo de asesoramiento público de expertos en el virus.
En una lista ampliamente viralizada se reunieron 43 posibles razones citadas en los informes de los medios de comunicación, que iban desde una cultura de uso de máscaras y una tasa de obesidad famosamente baja hasta la decisión relativamente temprana de cerrar las escuelas. Unos más afirman que su idioma y su uso de palillos para comer también fueron clave en la no propagación del virus.
Pero finalmente se concluyeron en tres principales razones para lograrlo:
–Detección temprana y retraso del pico del brote: Japón detectó la primera oleada de infecciones por COVID-19 desde China en una etapa temprana, lo que condujo a una curva de transmisión más gradual que permitió a Japón retrasar el pico del brote y ganar tiempo para prepararse. Estados Unidos y Europa, por el contrario, sufrieron rápidos aumentos repentinos.
–Enfoque japonés basado en focos infecciosos (clústers): los expertos analizaron que la enfermedad COVID-19 se propaga formando clústers. La prevención de clusters, especialmente en la fase temprana de un brote, puede resultar en la supresión del virus. El enfoque basado en clúster utiliza un rastreo de contacto exhaustivo y retrospectivo para identificar fuentes comunes de infección, lo que ayuda a suprimir una mayor propagación. El rastreo retrospectivo puede identificar infecciones de manera más eficiente que un enfoque estrictamente prospectivo, permitiendo un control más efectivo.
“Además del rastreo prospectivo, se investigan las actividades pasadas de múltiples personas infectadas para identificar fuentes comunes de infección. Los contactos asociados con esas fuentes se monitorean de cerca para evitar la propagación”, concluyó Shigeru.
Por su parte el primer ministro japonés advirtió que estos pasos no reducirán el riesgo de infección a cero. “Debemos estar preparados para el ensayo y error, tomará una cantidad considerable de tiempo restaurar completamente la vida diaria”, concluyó.
Con información de Infobae.